Está siendo un reto un tanto diferente de lo que estoy acostumbrado. No tengo formación en la educación de niños por lo que es aprender haciendo. Estoy entrenando un equipo de fútbol de niños de 9-10 años.
No están acostumbrados a ser disciplinados. Quieren hacer lo que les divierte lo que no es necesariamente aquello que más les ayuda a aprender a jugar al fútbol.
He empezado con algo sencillo: reglas. El que no las sigue, sufrirá consecuencias. Fácil.
Lo importante es que entiendan por qué deben seguirlas. Y parece que está funcionando. En ocasiones se olvidan y sufren la “penalización”. La mayoría del tiempo siguen las ordenes y son respetuosos. Son niños por lo que no están siempre con toda la concentración entrenando que deberían pero es normal.
Es un proceso. Para ellos y para mi pero parece ser un viaje divertido. Ya veremos.