Si te pones a calcular los días que te podrían quedar de vida te podrías asustar. Sabemos que nos vamos a morir en algún momento pero no nos preocupa en el día a día porque no lo tenemos presente. Es por ello que durante un tiempo hubo una aplicación increíblemente popular que te “calculaba” el día tu muerte. Evidentemente no existe ninguna bola de cristal que te prediga el día que te tengas que ir y personalmente prefiero no saberlo.
Cada día que pasa que no te afrontas a tus demonios, que no sales de tu zona de confort que te quedas corto en las acciones que tienes que tomar, etc. pierdes. Y no es únicamente el paso que tiempo aunque también pero tiene un coste.
¿En cuánto valorarías tu propia vida ahora mismo? No tiene precio. ¿A qué sí? Hay seguros de vida que si son capaces de ponerte una etiqueta. Vamos a decir que te quedan aproximadamente 40 años de vida, 14.600 días. Vamos a decir que tu vida vale 10 millones de euros. Cada día que pierdes sin perseguir tus sueños, sin crecer, sin buscar experiencias nuevas en vez de vivir de recuerdas pierdes. Si quieres ponerle una cifra son 685 euros cada 24 horas.
Estoy de acuerdo contigo. Ponerle un precio a la vida es de mal gusto. A veces hay que extrapolar un concepto abstracto como el coste de no vivir la vida al máximo a una cosa muy tangible como el dinero. Veas como lo veas, una cosa no quieres tener en ningún caso.
Estar en tu lecho de muerte pensando en todas las cosas en las que te quedaste virgen en vez de mirar atrás pensando que le has sacado provecho a cada segundo de tu vida.
Foto de Adobe Stock | @Jamrooferpix