Imagínate que tienes 18 años y tienes un sueño. Cuando cumples 38 lo has alcanzado. ¿A qué ahora 20 años ya no parece tanto?
Las metas que merecen la pena requieren su tiempo. Un nuevo corte de pelo no es un objetivo, es una tarea.
Este post no es el típico que te promete que todo puede ser rápido mientras que seas disciplinado. No es verdad. Yo he sido disciplinado toda mi vida pero no he sido más rápido.
La clave es esta: todos los días un pequeño paso. Avanzas muy poco en relación al objetivo pero avanzas. Si lo haces durante mucho tiempo sin fallar llegarás. Es una apuesta casi segura.