Yo también les tengo que pedir cinco veces a mis hijos para que hagan algo y les acabo gritando para que me hagan caso.
Yo también me frustro cuando veo que no son capaces de hacer lo mínimo en casa y dan todo por hecho lo que hacen sus padres por ellos.
Yo también tengo miedo que no les estamos preparando lo suficiente para la cruda realidad que les espera ahí fuera. ¿Podrán sobrevivir sin nosotros?