Es muy fácil saltar cuando te atacan. Es mucho más duro quedarse tranquilo y no dejar que las malas vibraciones de terceros te afecten.
Una y otra vez se te va a confirmar en la vida que luchar contra olas que te quieran arrasar no hace otra cosa que hundirte más.
En ocasiones dejarse llevar por el viento hace desaparecer la tormenta. Cuando al principio parecía que iba a caer un chaparrón se convierte en pocas gotitas seguidas por los rayos del sol.
No luches contra los elementos son más fuertes que tú y no merecen malgastar tu energía.
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