No subestimes nunca el poder de las palabras. Puede que cuando digas “tengo un problema”, realmente acabes teniéndolo. Nosotras las personas tenemos tendencia a ver las cosas con lupa. Sobre todo cuando nos afectan, no somos capaces de ver las cosas con distancia y todo nos aparenta más grande.
La mayoría de los problemas en realidad son un contratiempo porque tienen solución. Cuando te centras demasiado en la montaña, no ves que antes de llegar hay un túnel o caminos a derecha e izquierda para atravesarla.
Problemas son cuestión de actitud. Unos empiezan a darse pena por las dificultades que tienen que atravesar y otros ya están de camino para solucionarlos. Es por ello que no me gusta la palabra. La tengo vetada.
No hay que ser ignorante tampoco. Los problemas existen pero mientras que no se demuestre lo contrario siempre hay un túnel o camino que permita cruzar cualquier obstáculo.
Y recuerda. Un problema que tiene solución nos es un problema, es un contratiempo.
Foto de Fotolia | @Andrea