No siempre puedes ganar. No te cuento nada nuevo ni te sorprenderá. Lo malo es que cuando te toca te puede afectar de forma profunda. Es una mezcla de decepción y rabia sobre todo contigo mismo.
Lo mejor es superar una derrota cuando antes. Esto es lo que puedes hacer. No te doy ningún tipo de garantía de que esto te funcione. A mí me sirve.
Cabréate
Es bueno soltar algo de lastre. No lo dejes dentro de ti. Cabrearse es sano si no se traspasan ciertos límites que involucran a terceros. Libérate de energía negativa gritando en el patio de tu casa cuando los vecinos no te escuchen. Eso puede llegar a ser el primer paso para la superación.
Acéptalo
No lo vas a poder cambiar. Tu ego está dolido pero no es el fin del mundo. Vas a ser capaz de superarlo. Levanta la cabeza. Habrá más partidos donde podrás brillar y demostrar lo que vales. Da un paso al frente y no te escondas. Únicamente los grandes ganadores saben que no hay victoria sin derrota.
Aprende de ella
No cometas los mismos errores dos veces. Únicamente las personas cabezonas no son capaces de asumir que no siempre tienen razón. Cambia tus planes, tu forma de pensar y actuar para salir ganador la próxima vez que tengas que afrontar situaciones parecidas. Siempre hay un partido de ida y vuelta.
No intentes nunca olvidar una derrota. Es uno de los pilares de la próxima victoria. Recuérdala. No cómo algo negativo sino como una parte esencial de tu aprendizaje y desarrollo personal. Crecerás con cada una de ellas.
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1 Comment
¡Hola Carlos!
Me quedo con el primer punto de cabrearme. Especialmente porque suelo ser una persona muy expresiva en cuanto algo no le sale nada bien. Y en muchas ocasiones mis amigos y seres cercanos me recriminan el hecho de expresar el sentimiento de cabreo. Cuando yo creo que esto puede ser incluso beneficioso. Evidentemente siempre que no afecte a terceros.
De las derrotas, al igual que de los fracasos se aprende. Si quieres mantenerte en lo más alto durante mucho tiempo tienes que saber aceptar mejor las derrotas que las victorias.