Tener un punto de vista sobre algún asunto es algo que forma parte de pasar de niño a adulto. Aprendes que hay que defender su propia posición y te da la sensación que es una forma de demostrar fuerza.
El tema tiene matices. Por una parte cambiar de opinión cada dos por tres no es necesariamente una prueba para tener una personalidad ya muy formada. Nunca cambiar de opinión por otra parte tampoco es la solución. Cuando los hechos, la experiencia, la información obtenida, etc. cambia, puede surgir una nueva visión de las cosas.
Cambiar de opinión en este context y admitir que uno se había equivocado no es una señal de debilidad o de inmadurez. Es más bien todo lo contrario. Únicamente los idiotas nunca cambian de opinión.
Aunque ya lo haya dicho en este blog por primera vez hace 7 años es bueno repetir las cosas sobre las que no cambio de opinión.