¿Conoces esta frase que le gusta mucho utilizar a los yankies? Sin esfuerzo, no hay premio. Es cómo se podría se traducir más o menos.
Debo confesar que ayer estuve viendo uno de esos programas de televisión basura donde acompañan a personas durante un año para que pierdan peso. Resulta que la mujer estadounidense era enfermera y que desde niña era obesa, etc.
En pocos meses había logrado dividir por 2 su peso. Justo antes de una operación de estómago vuelve a recuperar 15 kilos en menos de 30 días por lo que no le pueden hacer la cirugía.
Me he quedado flipado como esa persona ha podido echar a perder todo lo que había conseguido hasta tal punto. Después de haber logrado su objetivo de peso había vuelto a la rutina antigua de comer para compensar otras cosas.
Un cambio de hábitos requiere constancia. Requiere un cambio de estilo de vida. Requiere dolor para ser feliz.
Es lo que me he dicho justo esta mañana cuando he tenido que avanzar mi rutina de entrenamiento diario porque el hueco previsto ha tenido que ser sacrificado por una urgencia. Levantarte y lo primero que tienes que hacer es ponerte a “sufrir” es probablemente tan duro como lo que tiene que realizar la enfermera.
Nada es fácil pero te aseguro que tras finalizar el ejercicio en 26 minutos me he sentido orgulloso. Cada día es un reto. Hay que ser flexible y no buscar excusas. Todo es posible.
No hay felicidad sin dolor. O eso es por lo menos lo que pienso.
Foto de Fotolia | @YakobchukOlena