No me cuesta hacer ayuno. Como una vez al día. Estoy 23 horas sin ingestión y luego tengo 1 hora para comer. No me cuesta sinceramente. En mi caso no me interesa tanto adelgazar sino más vivir los efectos saludables que vienen con el ayuno.
Dos de ellos ya los estoy percibiendo: resistencia al estrés y foco. Estos últimos días he podido trabajar de forma más concentrada atacando tareas difíciles. Además he llevado un ritmo de trabajo intenso que no me ha afectado en nada el humor y no me he sentido en ningún momento agobiado.
Por suerte no he perdido peso o eso al menos pienso. Como no me suelo pesar demasiado tampoco puedo estar seguro. Seguiré con el ayuno de lunes a viernes, cenando a las 18 horas y el resto del día únicamente bebiendo agua. No es tan complicado como igual puede sonar.
Foto de Adobe Stock