La felicidad es un concepto muy relativo. Nadie es consciente de lo que realmente lo que significa. Si lo piensas demasiado incluso puedes pasar de felicidad a tristeza en un instante. Felicidad no es un estado sino más bien un flujo con alti-bajos. Nadie logra estar en la parte alta para siempre. Lo importante es tener la sensación que de media pasamos menos tiempo en la parte inferior. Con el paso del tiempo vas aprendiendo pequeñas cosas sobre felicidad aunque no creo que llegue a entenderla en algún momento de vida del todo.
Ahora que me acabo de mudar he descubierto la felicidad que te puede aportar cuando le sacas provecho a las cosas que ya tienes. Al principio nos faltaban muchos muebles pero poco a poco hemos ido sacándole provecho a lo que ya teníamos. Lo que inicialmente parecía una improvisación se ha convertido en soluciones geniales. No siempre tienes que comprar cosas nuevas.
En vez de buscar soluciones con cosas que ya tenemos muchas veces pensamos que no están a nuestra alcance. La falta de alternativas ayuda porque en ese caso estás obligado a hacerlo. Cuando hay más opciones te rindes más fácilmente cayendo en la tentación de buscar soluciones más allá cuando igual la tienes justo delante de tus narices.
Me encantan las mañanas del fin de semana. Es uno de esos pequeños momentos mágicos cuando toda la familia está reuinida en la mesa y desayunamos juntos. Nos contamos cosas de la semana, nos reimos y a veces también nos peleamos. Esto último punto es inevitable cuando eres una familia con 5 miembros pero si entiendes la felicidad como un flujo lo importante no es evitar todas las peleas sino de media tener la sensación que os queréis a pesar de todo.
No esperes a la compra de un coche nuevo, una nueva casa, un nuevo chisme que no necesitas para sentir ese dulce calor por dentro. Una taza de café en la terraza en verano por la mañana te puede aportar lo mismo y lo mejor de todo es que cuesta mucho menos.
El ser humano tiene la necesidad de tener la sensación de nunca haber llegado del todo. Siempre necesitas tener la sensación que puedes evolucionar como persona. No puede haber nunca un final porque necesitamos algo que nos empuje por la mañana de la cama.
Vivir una vida donde evolucionas y aprendes continuamente es clave para ser feliz. Todo lo contrario significaría estar vacío, sin planes y sin motivación para seguir adelante.
Hasta aquí he llegado de momento. Te seguiré contando cuando haya descubierto algo nuevo sobre felicidad.