Soy gran fan de probar cosas aunque no siempre a primera vista parezcan una buena idea. Eso es lo que me gusta pensar pero tengo que admitir que en más de una ocasión me he “pillado” descartando algo por creencias propias o peor todavía, de terceros.
Además todo fluye con el tiempo. Que una ciudad que hayas visitado hace 10 años no te haya gustado no significa que hoy no pueda ser el caso. Tu situación es diferente y las cosas van evolucionando. Hay que estar incluso abierto a experiencias que en el pasado han resultado no ser óptimas o incluso negativas.
Lo dicho, una cosa es pensar de esta forma y otra realmente actuar en consecuencia. Nunca hay que dar nada por hecho hasta el momento que no se hayan probado. La experiencia propia es lo que todo de media haga que merezca la pena. No todo puede salir bien pero eso nunca es una buena excusa.
Foto de Adobe Stock