Es hora de hacer un breve resumen del año. Todo lo bueno pero también lo malo.
Recuerda que no lo puedes tener nunca todo. Tienes que elegir entre estas 2. No pienses que ser feliz consiste en lograr el 100%. Es más bien tener claro donde están tus prioridades y vivir según ellas. El tiempo es un concepto muy flexible que se rige por estas pero no debe ser nunca el argumento de excusa para no vivir tus sueños.
La felicidad es una mezcla de recuerdos positivos y de saber vivir el momento. No hay camino por delante sin haber realizado parte del viaje.
Tienes la obligación de ponerte en marcha y/o seguir. Por razones puramente egoístas pero también porque los que más te quieren no podrán ser nunca felices del todo si tú no lo eres.
Si tu año no ha ido como esperado piensa en lo siguiente.
A lo largo del camino no tienes que estar motivado sino más bien ser disciplinado. Las fórmulas sencillas sin esfuerzo no existen. El milagro no es que las cosas ocurran sin más sino el dulce dolor y sabor a gloria que marca tu empeño.
El dolor es pasajero, la gloria para siempre. No lo olvides. Es tu vida y tu responsabilidad.
No te deseo suerte porque no la necesitas. Te deseo más bien bonitas vistas a lo largo del viaje.
¡Feliz año nuevo!
Foto de Fotolia | @Brad Pict