El otro día estuve reunido con una persona para que me hablase de sus servicios. Tenía la expectativa de escuchar algo relevante para mi negocio. En cambio me encontré con alguien que no se había preparado bien, no tenía la apariencia adecuada y tampoco daba la sensación de estar demasiado motivado. En resumen. Una pérdida de tiempo total.
Todo el mundo debería una segunda oportunidad. ¿No es así?
Pues en un mundo perfecto igual debería serlo. Lo malo es que no es nuestro caso. Seguramente también habrás escuchado que no hay segundas oportunidades para crear una buena primera impresión.
En ocasiones no puedes fiarte de que vas a poder intentarlo otra vez. Intentarlo no será suficiente. Tendrás que acertar a la primera. Hay oportunidades que se presentan nada más una vez en tu vida y que no volverán nunca más.
No importa no acertar. Lo que sí importa es no estar lo suficientemente preparado cuando tienes una oportunidad a tu alcance.
Foto de Fotolia | @Dan Race