Mi padre empezó a correr con 42 años. Su mejor marca en 10 kilómetros fue de 37 minutos. La media maratón la hizo en 1 hora y 21 minutos. Nunca corrió una maratón. Tengo 36 años, llevo 11 maratones realizados pero todavía no he alcanzado sus tiempos.
Si lo piensas nunca es tarde para hacer cosas. Si te pones a buscar, encuentras muchos ejemplos de personas que no encontraron su vocación a los 18 años sino en realidad bastante más tarde. Esto no les impidió hacer realidad su sueño.
No fue cuestión de motivación (aunque también) sino de encontrar el camino para implementar la disciplina necesaria en su día a día que les iba a llevar cumplir con sus objetivos. Las oportunidades no van disminuyendo con la edad. En realidad es una oportunidad para sacarles mayor provecho gracias a la experiencia obtenida en el pasado.
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