La semana pasada me he puesto las pilas a nivel de autocontrol online. Estoy en un punto de mi vida donde he encontrado un equilibrio entre trabajo y tiempo libre que puedo pasar con mi familia u otro tipo de asuntos. Lo malo de este estado casi perfecto es que se inclina fácilmente hacia un lado u otro cuando las cosas cambian.
Cómo tampoco me gusta estar demasiado tranquilo he empezado a meterme en nuevas aventuras (para no decir líos)… Las actividades se pueden multiplicar pero el tiempo es el que tenemos a nuestra disposición. Cómo no puedes ampliar lo que está restringido hay que sacarle mayor provecho al que tienes.
Por lo tanto te pones a pensar en lo siguiente:
Me gusta pensar que soy disciplinado a la hora de trabajar pero evidentemente estoy muy lejos de tener mi día a día 100% optimizado. Un vicio que tenía era entrar al menos una vez cada hora en mi cuenta de vendedor de Amazon. Ahora que la cosa está funcionando es increíblemente tentativo ya que el negocio ha empezado a arrancar y se ven los resultados.
A pesar de que esto me conlleve únicamente 30 segundos entre entrar y salir pierdo en efectividad a la hora de ejecutar una tarea. Hay que tener en cuenta que hay una fase de concentración que hay que retomar cada vez hasta el punto donde lo has dejado. En vez de realizar una tarea del tirón en 30 minutos, tardas 40.
Por lo tanto me he autoimpuesto una regla. Puedo acceder a la cuenta a las 9.00, 13.00, 19.00 y 23.00 horas cada día. Dejo de trabajar sobre las seis de la tarde pero la regla sigue en pie porque hay que desconectar en algún momento. Despejar la mente aunque cueste ayuda a estar más relajado lo que te permite dormir mejor y por lo tanto poder atacar las tareas el próximo día con un mayor grado de concentración.
Lo que yo me he autoimpuesto en este campo se podría aplicar también al correo electrónico, a las redes sociales o a Google Analytics entre otras muchas cosas. Esto requiere autocontrol y disciplina pero merece la pena porque te ayuda a estar más relajado durante el día.
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