El hombre que se gana la vida haciendo vídeos de su huerto urbano.
La chica que con menos de 30 años ya es diseñadora de ropa famosa.
El artista que expone su arte de cartón pintando en las mejores galerías del mundo.
Todos estos ejemplos son eventos que pueden generar tanto admiración como envidia por todos aquellos que también aspiran a tener éxito en la vida.
Lo que se percibe muchas veces es que los sucesos han ocurrido en cuestión de la noche a la mañana. De un momento a otro se ha logrado el éxito. La percepción externa muchas veces es que los que los que lo consiguen tienen suerte y nosotros no.
La realidad es que hay una historia detrás. Se esconde un camino largo y duro detrás de esos destinos. A nadie le cae el éxito del cielo. Ni el esfuerzo es una garantía para el mismo.
Insistir y no rendirse nunca igual te pueden hacer llegar en algún momento. Eso y también si tienes algo de “suerte”. Lo que tienes que tener claro es que no es tan relevante el destino sino el camino a recorrer. Céntrate en avanzar de forma constante y sin falta aunque sea únicamente un poco. Busca pensar en procesos para optimizar tus recursos y lograr más con menos. Así tal vez llegas un poco antes.
Foto de Adobe Stock | @arinahabich