No sabía lo que estaba haciendo cuando me apunte a ser entrenador de fútbol del equipo de mi hijo mediano de 10 años. Al principio era bastante incómodo y era inseguro con lo que estaba haciendo.
Estaba asi durante unos cuantos meses y apunto de abandonar. Por suerte no lo he hecho. He afrontado un nuevo reto y ahora lo estoy disfrutando como nunca.