Funcionamos por impulsos. Los marketers conocen los botones que tienen que apretar para ponernos en marcha y hacer la próxima compra online o ponernos los zapatos para acercarnos al establecimiento más cercano.
Muchos de esos productos que te han generado un subidón en el momento de la compra, ya no los usas una vez que has recibido ese chute de felicidad pasajero. En realidad si lo piensas necesitamos muy pocas cosas.
La gran mayoría de personas viven con problemas financieros. Siempre queda mucho mes cuando se acaba el dinero. Dejar de comprar mierdas que no necesitamos sería un buen primer paso para acercarnos al equilibrio. ¿No crees? ¡Quítate ese sobrepeso de encima ya!
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